sábado, 3 de diciembre de 2016

NUEVA RESEÑA SOBRE INÉS DE HERRERA

  En el Diario Hoy de Extremadura del 3 de diciembre de 2016 Manuel Pecellín ha publicado una interesante reseña sobre mi novela que podéis encontrar en el enlace que incluyo a continuación y cuyo texto reproduzco más abajo. Gracias.

   http://blogs.hoy.es/libreconlibros/2016/12/03/la-judia-de-herrera/

LA JUDÍA DE HERRERA (Manuel Pecellín Lancharro)

A mitad de 1499, mientras los aires milenaristas azuzaban todo tipo de inquietudes, en la sede de la Inquisición de Toledo se abre causa contra una joven visionaria nacida en Herrera, proceso que pronto implicará a muchos de sus seguidores. Inés Esteban, con sólo doce años, criada en una familia de judeconversos  falsamente convertidos a la fe católica, vino a ser un fenómeno social en las poblaciones  de la “Real Dehesa de la Serena” para cuantos seguían fieles a la ley de Moisés incluso tras aceptar bautizarse (para eludir la expulsión decretada por los Reyes Católicos).
Su figura atrajo el interés de no pocos historiadores, entre ellos el inolvidable H. Beinart. El catedrático de la Universidad de Jerusalén, gran especialista en el estudio del mundo judeoespañol (recordamos bien su presencia en Hervás durante la celebración del ya lejano I Congreso sobre los Judíos en Extremadura) le dedicaría el estudio “Inés of Herrera. The Prophetes of Extremadura (en Giles, M. E, ed., Women in the Inquisition: Spain and the New World, Baltimore, Johns Hopkins Univesity Press, 1999).
Las actas del proceso levantado contra Inés no han podido aún ser localizadas, por lo que en realidad no se conoce bien cómo terminó. Sí  las de otros que el Santo Tribunal (por entonces todavía casi neófito, pero ya temible) tuvo como cómplices de la adolescente y a quienes ella, con sus visiones y profecías, reconfortó en sus esperanzas mesiánicas.  Los buenos oficios de Antonio Blázquez, también natural de Herrera y empleado en el Archivo  Histórico Nacional de Madrid, dieron a conocer los expedientes de varios de los autos de fe derivados de la causa seguida a la “Moza de Herrera” y sus acólitos. A las gestiones de búsqueda se sumó otro paisano, Desiderio Vaquerizo (n. 1959), catedrático de Arqueología en la Universidad de Córdoba.  Autor de otras novelas históricas (El árbol del pan, 2004;Callejón del lobo, 2006; Chocolate con veneno. 2009; El cerro de los cráneos,2011 y Alfileres de cristal, 2013), vio pronto las enormes posibilidades literarias de esta figura adolescente, capaz de enfrentarse a las más duras persecuciones en defensa de sus ideales.
Combinando  lo históricamente comprobado con su fantasía creadora (gran acierto con el personaje Diego Martínez O.P. , fiscal inquisidor, hijo bastardo del Conde de Belalcázar, a la postre también convencido e incluso enamorado de la adolescente encausada), Vaquerizo construye una sólida y extensa narración (427 páginas). La dirige a evocar una historia terrible y, sobre todo, a poner de manifiesto la pésima opinión que le merece el Tribunal creado por los Reyes Católicos para reprimir “la herética pravedad” (y con ello sostener  los poderes del Altar y del Trono, tan bien avenidos). Se sirve sobre todo de una obra pionera y  mítica, Sanctae Inquisitionis Hispanicae artes… (Heidelberg, 1569), compuesta por el gran  Casiodoro de Reina (Montemolín, c. 1520) tras huir de Sevilla, huyendo de la Inquisición,  y refugiarse en territorios de la Reforma (donde tampoco lo tratarían precisamente con  mucho respeto).
El relato se sirve de las supuestas memorias que habría compuesto el joven dominico, también encarcelado por desobedecer al Inquisidor General Diego de Deza e incluso tramar la liberación de Inés. Se utiliza, no obstante, el castellano actual, por lo que surgen no pocos anacronismos (histeria, huracán, linchamiento…).  Un glosario de términos ayuda a mejor entender las costumbres y prácticas judías, tan presentes en estas páginas, muy esclarecedoras de lo que fue aquella pugna entre “cristianos nuevos” y “cristianos viejos”, cuyas víctimas fueron en resumen todos los españoles (unos más que otros, claro está).

viernes, 11 de noviembre de 2016

NUEVA PRESENTACIÓN DE "INÉS DE HERRERA. LA NIÑA PROFETA EN CÓRDOBA

   Queridos amigos: el próximo día 24 de noviembre, de la mano de su director, Sebastián de la Obra, presentaré de nuevo mi "Inés de Herrera. La niña profeta" en La Casa de Sefarad de Córdoba, un espacio verdaderamente mágico ubicado en la calle Judíos, frente por frente de la Sinagoga, en el que mi historia cobrará sin duda perfiles nuevos. Como tal vez muchos ya sepáis, Sebastián de la Obra es un estudioso de prestigio internacional sobre la cultura judía, un perfecto conocedor del universo que yo recreo en mi obra, hombre de palabra lúcida y enorme brillantez que actualmente trabaja sobre la figura de la mujer en el mesianismo hebreo del Quinientos, y que, además, nos deleitará con alguna sorpresa. Si tenéis ocasión, no os lo perdáis. Os aseguro que será una noche memorable. Gracias a Sebastián, y gracias a todos. 



miércoles, 19 de octubre de 2016

PRECIOSA RESEÑA DE MI INÉS DE HERRERA...

   Reproduzco a continuación una maravillosa crítica de mi novela que ha publicado el Diario CÓRDOBA el 20 de octubre de 2016. La firma Pablo Allepuz García, del Instituto de Historia del CSIC (Madrid), de cuya altura intelectual hablan sus propias palabras. Muchas gracias. Podéis encontrar el artículo en:

http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/desiderio-vaquerizo-herrero-alma_1089451.html

Desiderio Vaquerizo, herrero del alma

A la pequeña Inés de Herrera. La niña profeta (Ed. El Almendro, 2016), como parecía indicar la etimología de su propio nombre de pila, le correspondió ser a su pesar un cordero sagrado, sufrir un sacrificio brutal e innecesario, caer en la encrucijada de una hecatombe trascendental; o tal vez, bajo el peso implacable de la perspectiva histórica, simplemente fuera una más de esas metáforas bellas y trágicas que se pierden en la noche de los tiempos sin llegar a hacer efectiva su moraleja.
La última novela de Desiderio Vaquerizo (Herrera del Duque, 1959), él mismo ya profeta en su tierra, rescata la memoria de aquella niña apenas conservada en la tradición oral y a propósito pone al descubierto todas las pulsiones y pasiones humanas, tanto las más altas y puras como las más bajas y ruines.
Mediante un narrador en primera persona, el protagonista Fray Diego Martínez de Toledo, de unos acusadísimos contrastes, con el que uno quiere y no quiere identificarse por momentos, va evocando vívidamente los espacios de la España del año 1500, recreando el clima socio-político establecido por los Reyes Católicos y la Inquisición, profundizando en la realidad microhistórica de la minoría judeoconversa y configurando en suma una urdimbre de intereses encontrados que lo mantienen a uno en vilo de principio a fin, con el corazón en un puño; ahí, Vaquerizo, amante de lo ritual y la sacralidad de lo cotidiano, observador incansable y arqueólogo del alma, despliega un gran conocimiento de la cultura hebrea y construye de manera magistral la psicología de los personajes en relación al misterioso fenómeno desencadenante.
Y es que el descubrimiento de una persona extraordinaria, de uno de esos ángeles terrenales, puede dejarlo a uno totalmente indiferente o cambiarlo por completo y para siempre, lo cual depende en exclusiva de la nobleza espiritual y la voluntad de cada cual.
Yo, por mi parte, que para bien o para mal tengo algo de Fray Diego, en realidad como casi todos, me he ido tropezando a menudo con el demonio a lo largo de sus cuatrocientas páginas. Me refiero no (solo) al diablo cristiano que anida en buena parte de las acciones relatadas, sino (también) a El demonio de la teoría (Ed. Acantilado, 2015) que con tan meridiana claridad analiza Antoine Compagnon en torno a cinco conceptos clave de la crítica, a saber, la literatura en tanto que tal (literalidad), el autor (intención), el mundo (representación), el lector (recepción) y el estilo. Más allá de la trama argumental, enérgica y emotiva hasta límites insospechados, capaz de conmover al ser más frío, Desiderio Vaquerizo ha conseguido forjar una obra de gran complejidad estructural a la luz y el calor de aquellos fuegos infernales y las chispas de cada golpe del martillo de herejes, por cuanto, respectivamente, instruye deleitando, a través de una experiencia en cierto modo catártica; parece alzar su voz autoral por encima de las demás, aparece y desaparece, se muestra y se oculta; entreteje los documentos históricos con la inventiva, lo fáctico con lo ficticio, siempre dentro de la verosimilitud; pasa de la crónica de una muerte anunciada, estrategia eficacísima por cierto, al requiebro final del post scriptum, entre cervantino y posmoderno, que dota de nuevo sentido a todo lo anterior y anima a una consideración en segundo grado; y ajusta las expresiones y el tratamiento, en buena medida por contaminación de las transcripciones originales, contribuyendo así a la atmósfera general de la diégesis. Elementos, todos ellos, y aun alguno más, integrados con coherencia y armonía tales que no entorpecen lo más mínimo su lectura y pueden incluso pasar desapercibidos al público general, pero que en el fondo constituyen la condición necesaria de su éxito.
Y es que se trata de un libro excepcional, un particular ensayo sobre tolerancia y altura moral, que puede dejarles indiferentes --sinceramente, lo dudo mucho- o que puede cambiar por completo y para siempre su percepción de cuanto les rodea, desde las situaciones más triviales hasta las decisiones de la mayor relevancia; aunque eso, me temo, dependerá tan solo de cada uno de ustedes.

viernes, 14 de octubre de 2016

NUEVA PRESENTACIÓN DE INÉS DE HERRERA. LA NIÑA PROFETA EN ÚBEDA

  Para aquéllos que puedan estar interesados: el próximo jueves, día 20 de octubre, a las 19,30 h., presentaré mi nueva novela, Inés de Herrera. La niña profeta, en la librería LIBROS PROHIBIDOS de Úbeda, situada en la calle Virgen de Guadalupe s/n. Me acompañará Manuel Madrid Delgado, Técnico de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Úbeda. A quien le apetezca y pueda, será bien recibido.

domingo, 2 de octubre de 2016

INQUISICIÓN Y MILENARISMO 
(artículo publicado en el Diario CÓRDOBA el día 1 de octubre de 2016 con motivo de la presentación de mi novela en Córdoba el día 21 de ese mismo mes. Puede consultarse el original en: http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/inquisicion-milenarismo_1083341.html
          
En los albores del año 1500, Fray Diego Martínez de Toledo, joven dominico que ejerce como fiscal en el Santo tribunal de la Inquisición de la ciudad del Tajo, es convocado con urgencia por Don Diego de Deza, Inquisidor General de Castilla, León y Aragón, quien quiere encomendarle una misión muy especial. Mientras, en Herrera, pequeña villa próxima al Guadiana en los confines del Condado de Belalcázar, Inés, una niña de sólo 12 años hija de Juan Esteban, zapatero y curtidor, conversos ambos, ha comenzado a tener visiones; dice subir al cielo de la mano de su madre muerta y traer de allí un mensaje divino de gran trascendencia: el Mesías está a punto de llegar. Ambos personajes cruzarán sus destinos en una trama basada en hechos reales que pondrá al descubierto lo mejor y lo peor de la condición humana. De fondo, la crisis de milenarismo que se produjo en Castilla mediado el milenio, y el papel de máquina represora de letal eficiencia que, amparada en la supuesta defensa de la unidad de la fe y la ortodoxia católica, ejerció la Inquisición española. En un momento en el que la institución languidecía, ante una cierta creencia general de que la herejía había sido por fin erradicada, el brote de judaísmo mesiánico protagonizado por Inés de Herrera le vino como llovido del cielo para justificar su existencia, demostrar su autoridad y prolongar en el tiempo su reinado de intransigencia, terror e iniquidad. Empleándose a fondo con los judeoconversos les privó de referentes y modelos conforme a un concepto de la justicia supuestamente ejemplarizante, destinada en último término a disuadirles de seguir aferrados a la Ley Mosaica. El problema es que tardó poco en pervertir su objetivo, en beneficio de intereses espurios que, alimentados por la obcecación, la suspicacia y la rivalidad, persiguieron enriquecimiento fácil, venganza y poder; todo ello mediante lucha desigual a muerte, de la mano a veces de antiguos correligionarios, empeñados en despejar dudas y demostrar la verdad de su nueva fe a costa de misas, rosarios y ollas con tocino; de hacerse perdonar su pasado masacrando a los suyos.
            Esta es sólo una breve sinopsis de la novela Inés de Herrera. La niña profeta, que presenté en el Salón de Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, en el marco del Otoño Sefardí, brillante iniciativa del Ayuntamiento cordobés, en pleno equinoccio de otoño, justo cuando comienza el Año Nuevo judío. Me acompañaron en la mesa M. Téllez, Teniente de Alcalde de Cultura; S. Alcázar, Alcalde actual de Herrera del Duque, donde sucedieron los hechos; J. Peláez, de Ediciones El Almendro, que ha publicado la obra; J. Calvo Poyato, historiador y escritor de renombre que hizo una glosa del libro verdaderamente magistral, y L. R. Gallardo, violín, que sublimó el acto con la sensibilidad, la pasión y la garra de sus interpretaciones. A ello se sumó una ingente cantidad de público que abarrotó el Salón de Mosaicos hasta el punto de verse obligados muchos a permanecer de pie o a marcharse. Entre los asistentes, numerosas personalidades de la cultura cordobesa, alumnos, familiares, amigos, pero también otra mucha gente que quiso asistir a la presentación atraída por la temática del libro o quizá el tirón de alguno de los participantes. Fue verdaderamente emotivo; todo un derroche de respeto, entrega y cariño ante el que quiero dar las gracias públicamente y de corazón. Cuando hace 44 años llegué a Córdoba para ingresar en su Universidad Laboral, sin más norte que labrarme un futuro ni otro consuelo que sorberme las lágrimas, no me habría atrevido siquiera a soñar que un día mi ciudad de adopción llegara a envolverme tan amorosamente en su manto, a acunarme como al más preciado de sus hijos. A día de hoy cuento con el privilegio de tener dos tierras, dos patrias, dos lugares a los que volver, raíces múltiples que tiran de mí con vehemencia de útero.
Mi historia retrata a una comunidad desgarrada entre el rechazo de los suyos y de los cristianos viejos; que frente al fanatismo imperante entonó de forma suicida un canto a la tolerancia, un grito desgarrado de libertad y esperanza, un afán explícito de paz y de convivencia, a las que nunca debería renunciar el ser humano. La obra está tan repleta de emociones, sentimientos y verdad que bien pudo ser esa la clave del éxito de su adaptación teatral, estrenada el pasado verano en la plaza de toros de Herrera del Duque bajo la dirección de E. García Ballesteros, con música de Acetre interpretada en directo. Fue una conmoción colectiva, el triunfo de un pueblo que ha decidido asumir su historia y reivindicarse a sí mismo. Están todos invitados el año que viene.


sábado, 17 de septiembre de 2016

lunes, 29 de agosto de 2016

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA “INÉS DE HERRERA. LA NIÑA PROFETA
           
El día 7 de agosto, sólo 24 horas después del estreno de la pieza teatral adaptación de la misma en la plaza de toros de la localidad, fue presentada en el Palacio de la Cultura de Herrera del Duque mi novela “Inés de Herrera. La niña profeta”, que ofrecimos al público en absoluta primicia. Presidió el acto el Alcalde de la localidad, Saturnino Alcázar Vaquerizo, quien tras dar la bienvenida a todos los asistentes y comentar el impacto emocional bajo el que nos encontrábamos quienes tuvimos la suerte de asistir a la representación el día antes, fue dando la voz a los diferentes componentes de la mesa.
Intervino en primer lugar Jesús Peláez del Rosal, en nombre de El Almendro Ediciones, bajo cuyo sello ha salido la novela. El prof. Peláez, que me conoce bien por haber sido Catedrático de Griego en mi misma Facultad hasta su reciente jubilación y haber publicado ya conmigo mi otra obra Córdoba, a pie de tierra, explicó qué le había parecido la novela cuando la leyó por primera vez y cómo había llegado a convertirse en editor de la misma, destacando la fuerza narrativa de la misma y el poder de la historia.
Tomó la palabra a continuación el director de la obra de teatro, Esteban García Ballesteros, quien, embargado por la emoción (y realmente exhausto), apenas pudo explicar que entre las múltiples anécdotas que había vivido a lo largo del día estaba la de una señora cuyo padre, enfermo de cáncer, había pedido que le llevaran al teatro la noche anterior. Cuando la obra terminó comentó que durante hora y media se había olvidado por completo de la enfermedad y del dolor. Ése era nuestro mayor triunfo.
El tercer interviniente fue Santiago Otero Mondéjar, quien tuvo el detalle de desplazarse a Herrera con su mujer, Carmen, para acompañarme en el acto. Él fue alumno mío hace ya muchos años, se ha doctorado después en minorías de la Edad Moderna, y fue pieza fundamental en el intenso proceso de documentación que hube de desarrollar para escribir la novela, ayudándome con la trascripción de los expedientes originales de la Inquisición, con la bibliografía, con la ambientación y con la corrección de textos. En una auténtica conferencia que fue muy valorada por los asistentes, Santiago intentó poner a los futuros lectores en situación, ayudándoles a entender el contexto histórico y religioso en el que se desarrolla la obra, las razones por las que unos y otros actuaron como lo hicieron, en tiempos marcados por el milenarismo, el mesianismo y la desesperanza.
Finalmente, fue mi turno. En realidad, poco me quedaba por decir después de las magníficas intervenciones que me habían precedido. Por eso, aproveché en particular para dar las gracias a todos cuantos me han ayudado en el proceso de edición de la obra, especialmente a Antonio Blázquez “Farrona”, por ayudarme desde el Archivo Hisórico Nacional a hacerme con los documentos originales de la época, a los padres de Zulema Romero y la propia Zulema por cederme su imagen para la portada, a Paco Barjola Ortiz, autor de la foto y la composición de la misma, al director de la obra, a los actores y a las costureras por haberme hecho el regalo de verdad impagable de devolver la vida a mis personajes, a mi editor, a Santiago, al Ayuntamiento de Herrera por su apoyo permanente, a mi familia y mis amigos de siempre, que me honran con su cariño y su respeto incondicionales, apoyándome en todo lo que hago, y también a la Banda Municipal del pueblo, seis de cuyos componentes interpretaron a lo largo del acto cuatro coplillas sefardíes a partir de partituras cedidas por Sebastián de la Obra, director de la Casa de Sefarad en Córdoba. Cerró de nuevo el Alcalde, y a continuación tuvo lugar la firma de libros, que se prolongó hasta bien avanzada la medianoche.
Fue de nuevo un evento memorable. Por eso, permitidme terminar esta entrada reiterando mi agradecimiento a cuantos habéis hecho de este mes de agosto en Herrera un verdadero maratón emocional. Ha sido tanto el cariño, tanto el reconocimiento, tantas las muestras de afecto prodigadas a diario, que necesitaré todo el año para procesarlas. Por eso, espero poder compensaros el año que viene con una nueva puesta en escena de Inés de Herrera, en la que, si todo se alía como este verano para que las cosas salgan como a todos nos gustaría, os sorprendamos y emocionemos de nuevo. ¡GRACIAS…!!!  
Por cierto, las fotos que acompañan a este texto son de nuevo cortesía de La Manzana Roja Producciones. Gracias Juani y Josechu por honrarme de esta manera.






















ESTRENO DE “INÉS DE HERRERA. LA NIÑA PROFETA

            En la calurosa noche del día 6 de agosto de 2016, sábado, tuvo lugar en la plaza de toros de Herrera del Duque un acontecimiento de verdad excepcional: el estreno de la pieza teatral “Inés de Herrera. La niña profeta”, adaptación de mi novela homónima, patrocinada por el Ayuntamiento de la localidad, la Junta de Extremadura y Diputación de Badajoz, y dirigida magistralmente por Esteban García Ballesteros, de Las Cuatro Esquinas (Mérida). La música, compuesta para la ocasión, fue interpretada en directo por el grupo Acetre, y devolvieron voz y alma a los personajes que en su momento protagonizaron los hechos los propios vecinos de Herrera, que a pesar de su carácter amateur demostraron un saber hacer, una entrega, una fuerza y  una credibilidad propia de auténticos profesionales; un total de casi cien personas, entre los que no sería justo destacar a nadie, pero que pusieron el listón muy alto para futuras ediciones. Asistieron a la representación, programada con carácter único y presidida por la Secretaria General de Cultura de la Junta de Extremadura y el Alcalde de la localidad, dos mil personas, que siguieron reverencialmente y en absoluto silencio la evolución de los personajes, convirtiendo el evento en un éxito rotundo y sin precedentes en el que destacó la fusión entre las diferentes artes, la comunión entre público, músicos y actores, y la magia creada en un espacio tan singular como una plaza de toros, cuyas posibilidades escénicas supieron, no obstante, aprovecharse al máximo. Gracias de corazón a todos y cada uno de quienes lo han hecho posible.
            El proyecto surgió hace más o menos cinco años, cuando yo mismo planteé al ya alcalde por entonces, Saturnino Alcázar Vaquerizo, y a otros miembros de su equipo la posibilidad de escribir la historia de la conocida en el pueblo como “La Moza Judía”. Mi idea era darle forma de novela, pero con el compromiso implícito de derivar de ella una adaptación teatral. La buena acogida por parte del equipo municipal me animó a ponerme manos a la obra, y un lustro después todos hemos cumplido nuestra palabra, ofreciendo al pueblo de Herrera un espectáculo inédito en el sentido más amplio de la palabra, que emocionó a propios y extraños. Contamos para ello con la ayuda realmente inestimable de Esteban García Ballesteros y su equipo técnico (gracias Paco; gracias, Jaime), de un grupo de casi cien personas entre actores y figurantes, verdaderos artífices de una puesta en escena que les costó muchas noches sin dormir, y de dos equipos de costureras voluntarias que se encargaron de diseñar y coser el vestuario. Todo, pues, hecho en Herrera, sin el menor afán crematístico por parte de nadie, convencidos de que sólo actuando de manera conjunta son posibles los grandes logros.  
            Con la puesta en marcha de tan singular proyecto, Ayuntamiento y pueblo de Herrera del Duque se han sumado a las iniciativas de otras poblaciones cercanas, entre las cuales Fuente Obejuna, con la obra homónima de Lope de Vega, y Zalamea de la Serena, con El Alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca, son sin duda las más conocidas, ilustres y seguidas por el público desde hace ya varias décadas. Podría parecer, pues, de entrada que Herrera y su gente se limitan con ello a subirse al carro de una moda cultural más, que destaca sobre cualquier otro aspecto por lo que tiene de emprendimiento colectivo. Sin embargo, en el caso de Herrera las cosas van un poco más allá. Este es un pueblo que, a pesar de su largo y rico bagaje histórico desde al menos la época romana, lleva mucho tiempo viviendo de espaldas a su pasado y su legado patrimonial, lo que explica en parte sus grandes pérdidas urbanísticas y arquitectónicas tras el boom del desarrollismo de los años 70/80 del siglo pasado, que lo desvirtuó absolutamente hasta desfigurar su verdadera esencia.
Herrera conoce por otra parte desde hace más de una década una auténtica ebullición cultural que lo ha convertido en referente importante para otros pueblos de la comarca y lo hace destacar como modelo de implicación y cultura ciudadana. Así las cosas, con la puesta en marcha de “Inés de Herrera. La niña profeta” el Ayuntamiento local, las instituciones provinciales y regionales que apoyan el proyecto, y en particular y muy especialmente los vecinos de la localidad pretenden dar un salto cualitativo importantísimo, y convertir la puesta en escena cada año de la obra en un pretexto para volver los ojos a su historia, recuperar su centro urbano, indagar en sus raíces judías y potenciar aún más su capacidad para asumir proyectos de carácter colectivo. Todo ello eclosionará sin duda en los próximos años, convirtiendo a Herrera del Duque en una de las citas culturales obligadas del verano extremeño, incluso español.
            La noche del 6 de agosto de 2016 el pueblo de Herrera vivió una noche excepcional en su plaza de toros que lo reconcilió consigo mismo; le hizo entender que sus capacidades, si trabaja unido, son poco menos que infinitas; experimentó una conmoción colectiva que lo ha tenido durante varias semanas prendido de la fascinación y el encanto de haber mirado al pasado con la ayuda de un texto, un montaje, unos actores y unos músicos de gran calidad; entendió que cuando todo un pueblo trabaja unido, poniendo corazón y sin regatear esfuerzos, es posible llegar a un estado de gracia; porque lo que ocurrió allí fue algo tan especial que marcará un antes y un después en la vida cotidiana de la localidad. Por eso, ahora toca ya ponerse a trabajar para intentar superarlo el año que viene…

            Las fotos que ilustran este texto son obra de La Manzana Roja Producciones, que me las ha cedido de manera directa o a través del Ayuntamiento de Herrera. La de grupo, en cambio, es obra de M. F. Moreno. Gracias a todos ellos por permitirme dejar constancia gráfica de un acontecimiento que perdurará en los sentidos de todos los que tuvimos la suerte de vivirlo por mucho, mucho tiempo.     




























jueves, 14 de julio de 2016

INÉS DE HERRERA. LA NIÑA PROFETA

       Hola a todos. Por fin, tras varios años de silencio, agobiado por mis obligaciones laborales, retomo el blog para anunciar en primicia algo que tendrá lugar en las próximas semanas: la publicación de mi próxima novela: Inés de Herrera. La niña profeta, que parte de un hecho real de tintes estremecedores sucedido en Herrera entre 1499 y 1500. Más abajo incluyo un avance de la portada y una sinopsis del relato. Muchos la catalogarán como novela histórica, pero modestamente creo que es algo más que eso.
       La primera presentación de la obra tendrá lugar en el Palacio de la Cultura de Herrera del Duque el domingo 7 de agosto a las 21 h., con aforo libre. Irá precedida de una semana dedicada a la cultura judía que eclosionará el sábado 6 de agosto con la puesta en escena en la plaza de toros local de una adaptación teatral de la historia, que he escrito yo mismo y que dirigirá Esteban García Ballesteros, reputado actor y director teatral, que pertenece a la compañía Las Cuatro Esquinas, de Mérida. Es una iniciativa del Ayuntamiento local, encabezado por Saturnino Alcázar, que han secundado unánimemente los vecinos de Herrera, que asumirán la responsabilidad completa de la obra (actores, tramoyistas, costureras...), en un ejemplo sin precedentes de recuperación colectiva de la historia local. Mi agradecimiento de corazón a todos cuantos han hecho posible este milagro. Confío en que se institucionalice cada año.
  La representación, cuya banda sonora ha sido compuesta por el grupo de música folk Acetre, que actuará también durante la misma, será única. Viviremos por tanto una noche mágica e irrepetible. Antes, el 1 de agosto, tendremos un acto oficial de presentación del programa de actos en el Palacio de la Cultura. Estáis todos invitados.
       Por cierto, la imagen de portada es un retrato de Zulema Romero, que encarnará a Inés en la obra de teatro. La composición, de Francisco Barjola Ortiz. Ambos han colaborado conmigo generosa y altruistamente, por lo quiero de nuevo darles las gracias.





Contexto de la obra
La Inquisición española actuó con especial saña contra los judeoconversos españoles, privándoles de referentes y modelos conforme a un concepto de la justicia supuestamente ejemplarizante destinada en último término a disuadirles de seguir aferrados a la Ley Mosaica. El problema es que tardó poco en pervertir su objetivo primero, en beneficio de intereses espurios que, alimentados con frecuencia por la obcecación, la suspicacia y la rivalidad, persiguieron el enriquecimiento fácil, la venganza y el poder. Lo hizo mediante una lucha desigual a muerte, de la mano a veces de antiguos correligionarios, empeñados en demostrar la verdad de su nueva fe a costa de misas, rosarios y ollas con tocino; de hacerse perdonar su pasado masacrando a los suyos. En un momento en el que el Santo Tribunal languidecía, ante una cierta creencia general de que la herejía había sido por fin erradicada, el brote de judaísmo mesiánico protagonizado por Inés de Herrera entre 1499 y 1500 le vino a la institución como llovido del cielo, un escaparate ideal para justificar su existencia, demostrar su autoridad, y prolongar en el tiempo su reinado de iniquidad, horror e intransigencia.

Sinopsis
     Fray Diego Martínez de Toledo, joven dominico que ejerce como fiscal en el Santo tribunal de la Inquisición de la ciudad del Tajo, es convocado con urgencia por Don Diego de Deza, Gran Inquisidor General de Castilla, León y Aragón, que quiere encomendarle una misión muy especial. Don Diego acaba de suceder en el cargo a Fray Tomás de Torquemada, antiguo converso conocido popularmente como Martillo de Herejes por haber mandado al patíbulo según la leyenda a más de diez mil judaizantes, y tiene prisa por emularlo. Mientras, en Herrera, pequeña villa próxima al Guadiana que vive a la sombra de su fortaleza en los confines del Condado de Belalcázar, una niña de 12 años, Inés, hija de Juan Esteban, zapatero y curtidor convertido también él al cristianismo tras el edicto de expulsión de los judíos por parte de los Reyes Católicos, comienza a tener visiones: dice subir al cielo de la mano de su madre muerta y hablar allí con los profetas Moisés y Elías, que le piden difundir un mensaje: la venida del Mesías se acerca. Ambos personajes cruzarán sus destinos en una trama singular basada en hechos históricos que pondrá al descubierto lo mejor y lo peor de la condición humana. Todo ello con el trágico trasfondo de la crisis de milenarismo que se produjo en Castilla con la llegada del 1500, y el papel de predador sin escrúpulos que, amparada en la supuesta defensa de la ortodoxia católica, ejerció la Inquisición española, loable en sus orígenes, pero pronto transmutada en máquina represora de letal eficiencia.